viernes, 17 de marzo de 2017

Esguince Cervical

Un esguince cervical, por definición, es una herida que no es grave. No obstante, el dolor y disfunción que causa pueden ser considerables. Este artículo hace un repaso tanto de las técnicas de primeros auxilios para aliviar el dolor, como de los signos y síntomas que indican cuando se debe ir al médico.

Causas del esguince cervical

La anatomía de la columna cervical es una creación maravillosa que no solo alberga y protege la delicada médula espinal, sino que apoya la cabeza y permite un alto grado de movilidad y de amplitud de movimiento. Pero la misma ingeniería que permite que esta parte de la columna sea tan flexible también la deja vulnerable a las heridas.
  • Al investigar las causas de los esguinces de los músculos del cuello se encuentran varias actividades frecuentes que desencadenan estas distensiones de la anatomía del cuello, entre ellas: 
  • Quedarse demasiado tiempo en malas posiciones, tales como estar inclinado sobre el volante del carro al manejar, estar inclinado ante el monitor de la computadora o estar con el teléfono sujetado entre la cabeza y el cuello 
  • Dormir en una posición que distiende el cuello, por ejemplo por tener una almohada demasiado alta o demasiado firme 
  • Cargar con una maleta pesada u otro objeto en un lado del cuerpo 
  • Cualquier tipo de traumatismo que afecta el cuello, por ejemplo por un esguince cervical sufrido en un accidente automovilístico o por caerse de cabeza.
La mayoría de los casos de distensión de los músculos del cuello (o de distensión o esguince de otras partes blandas, tales como ligamentos o tendones) producen una rigidez de nuca o dolor en un músculo del hombro. Entre los síntomas generalmente se encuentran dificultades y dolor al mover o girar la cabeza o el cuello.

Remedios para la distensión de los músculos del cuello

La mayoría de las distensiones leves de ligamentos, tendones y músculos del cuello se curan en un período relativamente corto (p. ej., uno o dos días). Hasta que disminuyan los síntomas, el dolor y la rigidez se pueden aliviar con eficacia mediante la aplicación de varios remedios a base de cuidados personales, entre ellos:
  • Aplicación de compresas de hielo o de frío. El frío permite una reducción de la inflamación del área, posibilitando así su curación. La compresa de hielo o de frío debe ser aplicada por intervalos de veinte minutos durante las primeras 24 horas. 
  • Aplicación de calor. El calor atrae la corriente sanguínea rica en nutrientes al área para estimular una reacción curativa. Algunos prefieren un calor húmedo, como él de una ducha o baño con agua caliente. Otros obtienen un mayor alivio con la aplicación continua del bajo nivel de calor de una compresa de calor (como las de la marca Thermacare o de otra marca de tienda). 
  • Medicamentos de venta libre. Tomar antinflamatorios, tales como el ibuprofeno (p. ej., Advil) o el naproxeno (p. ej., Aleve), reducirá la inflamación, permitiendo así una reducción del dolor. Uno también puede tomar analgésicos, tal como el acetaminofén (p. ej., Tylenol), que reducen la percepción del dolor. 
  • Masajes. Un masaje suave estimulará la corriente sanguínea en el área, facilitando así su curación.


Cuando ir al médico por una distensión del cuello

En el caso de dolor o rigidez más fuertes, si los síntomas persisten más de uno o dos días, o si el dolor de cuello está acompañado de dolor, adormecimiento u hormigueo del brazo, generalmente es aconsejable acudir a un profesional médico, tales como un quiropráctico o un médico de atención primaria. Además, si los síntomas comenzaron después de sufrir un traumatismo o un accidente, es una buena idea pedir un examen exhaustivo de un profesional médico para diagnosticar cualquier problema grave, o bien descartarlo.

Para la mayoría de los casos de dolor de cuello, realizar cuidados personales, y evitar cualquier distensión adicional del cuello, generalmente serán suficientes para controlar los síntomas hasta que la distensión pueda curarse

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