viernes, 17 de marzo de 2017

Recomendaciones de la Sociedad Americana contra el cáncer para la detección temprana del cáncer de seno

Las medidas más importantes que se pueden tomar para prevenir las muertes por cáncer de seno consisten en encontrar el cáncer temprano y recibir el tratamiento más avanzado para combatir la enfermedad. El cáncer de seno que se detecta temprano, cuando es pequeño y no se ha extendido, es más fácil de tratar con buenos resultados. Las pruebas de detección habituales representan la manera más confiable para encontrar temprano el cáncer de seno. La Sociedad Americana Contra El Cáncer establece guías de detección en mujeres con riesgo promedio de cáncer de seno, y para aquellas en riesgo más alto que el promedio de este cáncer.

¿Qué son las pruebas de detección?

El objetivo de los exámenes para detectar el cáncer de seno consiste en encontrarlo antes de que empiece a causar síntomas (como una protuberancia que se pueda palpar). Las pruebas y exámenes de detección tienen el propósito de encontrar una enfermedad en las personas que no tienen ningún síntoma. La detección temprana significa encontrar y diagnosticar una enfermedad antes de que usted hubiese esperado a que comenzaran los síntomas.

Los cánceres de seno que se encuentran durante los exámenes de detección suelen ser más pequeños y estar aún confinados al seno. El tamaño y la extensión del cáncer de seno son algunos de los factores más importantes para establecer el pronóstico (expectativa) de una mujer que padezca esta enfermedad.
Recomendaciones de la Sociedad Americana contra el cáncer para la detección del cáncer de seno en mujeres con riesgo promedio.

Estas guías están dirigidas a mujeres con un riesgo promedio de cáncer de seno. Una mujer en riesgo promedio no presenta antecedentes personales de cáncer de seno, antecedentes familiares de cáncer de seno, una mutación genética conocida que aumente el riesgo de este cáncer (como BRCA), y no recibió radioterapia dirigida al tórax antes de los 30 años de edad. (Más adelante se ofrece información sobre guías para las mujeres en mayor riesgo que el riesgo promedio).

Las mujeres de 40 a 44 años de edad tienen la opción de iniciar la detección con un mamograma (mamografía) cada año.

Las mujeres de 45 a 54 años deben someterse a un mamograma cada año.

Las mujeres de 55 años y mayores pueden cambiar a un mamograma cada 2 años, o pueden optar por continuar con sus mamogramas anualmente. Los exámenes de detección deben continuar siempre y cuando la mujer se encuentre en buen estado de salud y se espera que viva 10 años o más.

Toda mujer debe familiarizarse con la manera natural en que lucen y se sienten sus senos e informar inmediatamente a su médico cualquier cambio que note en sus senos.

Todas las mujeres deben entender qué esperar cuando se hace un mamograma para la detección del cáncer de seno (lo que puede y no puede hacer el estudio).
Mamogramas (mamografías)

Los mamogramas regulares pueden ayudar a encontrar el cáncer de seno en una etapa temprana, cuando el tratamiento es más eficaz. Un mamograma puede encontrar, años antes de que se presenten síntomas físicos, cambios en los senos que podrían ser cáncer. Los resultados de muchas décadas de investigación muestran claramente que las mujeres que se hacen mamogramas regularmente tienen más probabilidades de encontrar temprano el cáncer de seno, menos probabilidades de necesitar tratamiento agresivo, como cirugía para extirpar el seno (mastectomía) y quimioterapia, y más probabilidades de curarse.

Los mamogramas no son infalibles, ya que pueden pasar por alto algunos cánceres. Además, a veces una mujer necesitará más exámenes para averiguar si algo encontrado en un mamograma es o no es cáncer. También hay una pequeña posibilidad de ser diagnosticada con un cáncer que nunca habría causado algún problema si no hubiese sido encontrado durante el examen. Es importante que las mujeres que se hacen mamogramas sepan qué esperar y comprendan los beneficios y las limitaciones de los exámenes de detección.
Examen clínico y auto examen de los senos

La investigación no ha mostrado un beneficio claro de los exámenes físicos de los senos realizados por un profesional de la salud o por usted misma con el propósito de detectar el cáncer de seno. Hay muy poca evidencia que indique que estos exámenes ayudan a encontrar tempranamente el cáncer de seno cuando las mujeres también se hacen mamogramas de detección. Debido a esto, no se recomienda hacer periódicamente el examen clínico ni el autoexamen de los senos. No obstante, toda mujer debe familiarizarse con la manera natural en que lucen y se sienten sus senos e informar inmediatamente a su médico cualquier cambio que note en sus senos.

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